Urbanizando cuevas prehistóricas
Los menorquines han sido siempre reacios a dejarse colonizar por el turismo.
Mantenedores de una industria que aún da buenos resultados y muy celosos de su patrimonio, han dimensionado un «turismo a la medida» en lo que a hoteles y masas se refiere.
Sin embargo, el proceso urbanizador ya ha hecho sus primeras incursiones en una isla de frágil equilibrio. Así, fueron tres mil isleños los que protestaron la pasada primavera por el proyecto para urbanizar la cala salvaje de Trebalúger. Todos ellos con el horrible espectáculo de Cala Galdana en la mente. Las urbanizaciones están creciendo a ritmo acelerado.
Lugares como Ets Alocs, Cala Pilar, Macarella, Els Canutells e incluso la monumental y prehistórica Cales Coves corren el peligro de ser urbanizadas. Como muestra del sinsentido que puede acabar comportando esa transformación del territorio, llegó a presentarse la documentación para un hospital-residencia en Biniguardó con capacidad para 170.000 personas! Casi la población actual de Menorca.
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