La ocupación hotelera se mantiene en Barcelona
El turismo sigue siendo el bastión de una precaria economía
y de una crisis que no ha dudado en vaciar los bolsillos de los catalanes.
Con
el viento más a favor fuera que en España, la ocupación hotelera se mantuvo a
lo largo de 2013 pese a contar con 5.000 plazas nuevas gracias al turismo
extranjero. Las cifras fueron el año pasado de notable alto: un 75% de
habitaciones reservadas de media a 109,57 euros la noche, apenas 50 céntimos
más que en 2018.
Aunque el crecimiento de la ocupación parece simbólico –tres
décimas respecto a 2012– no lo es tanto si se tienen en cuenta los 11 hoteles
de más que se abrieron en 2013 con 999 dormitorios, a los que hay que sumar las
4.500 nuevas habitaciones de apartamentos turísticos.
En total, pues, Barcelona
sumó cerca de 5.500 nuevas habitaciones el año pasado. Sin este incremento, la
ocupación media de la capital catalana se hubiese situado cerca del 80%.
"Son cifras realmente buenas", resumió ayer el presidente del Gremio
de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos.
Lo bueno es que, según la entidad, Barcelona "ni mucho
menos" está saturada ni ha llegado al límite de su capacidad de
crecimiento hotelero. Es más, para este 2014 está previsto que se inauguren 12
establecimientos nuevos entre los que destaca uno de cinco estrellas y dos de
cuatro superior.
Pese a que los meses de invierno son hasta fríos para la
ocupación hotelera, febrero llega con un regalo bajo el brazo: el Mobile World
Congress, que supondrá 100.000 pernoctaciones y 350 millones de euros de
ingresos para la ciudad.
En estos momentos y cuando aún faltan dos semanas y media
para su celebración ya hay 25.000 habitaciones contratadas por parte de GSMA,
la empresa organizadora del congreso, a un precio medio de 230 euros. Sin
embargo, aún quedan unas 11.000 habitaciones más que harán aumentar el precio
medio global.
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