El mes de diciembre promete
Cualquiera que haya paseado por las calles del centro en
este puente habrá percibido el ‘gran éxito de público’ que ha vivido la ciudad
en estos días.
El año pasado ya se confirmó que Sevilla se ha convertido en uno
de los destinos preferidos del turismo nacional para las escapadas que permiten
el Día de la Constitución y de la Inmaculada.
Las cifras fueron espectaculares
con una subida de hasta el 23 por ciento con respecto al año anterior. Y la
coincidencia del buen tiempo hace prever que ocurrirá lo mismo.
El alcalde de
Sevilla, Juan Ignacio Zoido, aprovechó para sacar pecho con las buenas cifras
asegurando que la ocupación hotelera había rozado el cien por cien y que las
ventas de la hostelería habían aumentado un diez por ciento.
Sin duda son
excelentes noticias porque es cierto que el mes de diciembre en Sevilla no
había sido considerado hasta ahora como temporada alta.
Sin embargo, en los
últimos años eso ha cambiado hasta llegar a ser el segundo destino nacional
preferido por los españoles. También es evidente que los sevillanos aprovechan
estos días para recorrer las calles del centro y descubrir la recién estrenada
iluminación navideña.
Este año sorprende la cantidad de puestecillos callejeros
y casetas de venta de productos navideños que están instalados en las
principales plazas. Plazas cuyo patrimonio –que no hay que olvidar que es lo
que busca el turista que viaja a Sevilla– queda eclipsado y oculto por esta
cacharrería.
Habría que advertir al Ayuntamiento de que el exceso de licencias
para puestos ambulantes y mercadillos da una sensación de colapso y enturbia la
armonía de la ciudad convirtiéndola en un abigarrado espacio vendido al mejor
postor.
Esperemos que las halagüeñas cifras turísticas de este prometedor
diciembre no impidan que el Ayuntamiento se ciegue y provoque que la ciudad
muera precisamente de éxito.
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