El Raval no se queda atrás en el Shopping Night
En todos los sentidos. Pero si algo se ha
propuesto la Shopping Night es acortarla en su próxima edición, que está
inspirada en un tema que a todos los barceloneses –sean éstos de por encima o
por debajo de la Diagonal– les queda bastante lejos: el glamour del Viejo
Hollywood y sus estrellas más rutilantes. De Marilyn Monroe a Ingrid Bergman.
En su quinta edición –que se celebrará algo más tarde de lo
habitual, el cuatro de diciembre– la ya tradicional cita nocturna pensada para
animar la campaña de ventas navideña se ha propuesto llevar la elegancia de los
años dorados del cine a cada rincón de paseo de Gràcia, donde se ultiman las
obras de renovación para que todo esté a punto.
Entre los guiños a ese esplendor de décadas pasadas habrá
desde una alfombra roja como la de los Oscars, en el Palau Robert, hasta
proyecciones de los cortometrajes y de los tráilers de las películas nominadas
a los Premis Gaudí de cine y un escenario inspirado en Lo que el viento se
llevó.
La Acadèmia del Cinema Català, Filmin y las principales escuelas de
cine, con la Escac a la cabeza, son algunos de los colaboradores de la Shopping
Night, que contará con 90 establecimientos (más o menos los mismos que el año
pasado) abiertos hasta altas horas de la noche entre bares, restaurantes,
tiendas y hoteles.
Cada uno de los participantes paga entre 400 y 1.500 euros
por participar en esta iniciativa que este año dispone de 165.000 euros de
presupuesto y que hace un año logró reunir, pese a las frías temperaturas, a
60.000 personas según la Guardia Urbana.
La cita, con un puñado de copias repartidas por toda España
(este año Alicante, León y Oviedo también han celebrado sus respectivas
shopping night), suma nuevos espacios de influencia: por arriba, los Jardinets
de Gràcia.
Y por el sur, el barrio del Raval, donde 15 equipamientos participarán
en la Ruta de las Estrellas. El Macba, el Gran Teatre del Liceu, el bar
Marsella, el centro de arte Santa Mònica, el Teatre Romea y la Granja Viader,
entre otros, se han incorporado a una ruta que podrá seguirse con una
aplicación de móvil descargable a finales de esta semana.
El lujo se incorpora poco a poco a la velada, en la mayoría
de los casos con un luxury pass (algo así como un pasaporte que da acceso a las
tiendas) para mantener la exclusividad. Es el caso de Michael Kors, Scalpers,
Furla, Furest o Santa Eulalia, que acogerá una exposición de vestidos de
Marilyn Monroe.
Su director, Carles Sans (quien preside la Associació d’Amics
de Passeig de Gràcia), explicó ayer que aunque los resultados de la Shopping
Night no son inmediatos, su efecto sí se nota. "El año pasado entraron en
la tienda más de 2.500 personas. No es el mejor momento para comprar por las
aglomeraciones, pero muchos volvieron a la tienda días después". La
misión, salir a la calle y entrar en las tiendas, se da por cumplida.
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