Cataluña aumentará su turismo extranjero
Auténtico salvavidas en aguas turbulentas, el turismo se ha
convertido en el único motor de la economía que funciona.
Se esperan como agua
de mayo las previsiones de este año a las puertas de otro esperanzador verano,
que auguran un aumento del 4,3% de turistas extranjeros gracias a la
recuperación de los mercados europeos.
También se prevé la mejor de las
noticias: un crecimiento del gasto por persona del 7,9% hasta alcanzar los
14.459 millones de euros según el Índice de Actividad Turística que cada año
elabora la Universidad Autónoma de Barcelona.
Buena parte de culpa la tienen los visitantes ingleses, que
acudirán en tropel a Cataluña espoleados por la incombustible fórmula del sol y
playa y la bonanza económica que vuelve a lucir en media Europa.
En concreto,
se espera la llegada de un 9% más de extranjeros del Reino Unido. También
mejora de forma sustancial el número de visitantes procedentes de los países
nórdicos, con incrementos de hasta el 6,9% para alcanzar su máximo histórico
con 804.000 personas.
Los omnipresentes alemanes, por su parte, registrarán
subidas de hasta el 5,1%.
Tímido es el crecimiento del 1,9% de turistas italianos, una
cifra que no deja de ser positiva si se tiene en cuenta que el año pasado
retrocedió hasta cinco puntos.
Rusia es la otra cara de la moneda, aquejada por
los conflictos políticos que vive y la devaluación del rublo.
Aún así, todos los registros hacen pensar en una gran
temporada: crece el número de turistas un 4,3%, la cifra de pernoctaciones un
5,4% y el gasto total un 7,9%.
En concreto, los nórdicos serán los que más
dinero desembolsarán en sus viajes con un aumento del 16,1% respecto al año
pasado, seguidos de los franceses, que gastarán en Cataluña un 13,2% más, y los
británicos, que lo harán un 9,5% más.
Incluso empieza a mejorar el mermado mercado interno, muy
tocado y deprimido por la crisis de los últimos años.
Tanto es así que el
número de visitantes de otras comunidades crecerá un 2,9%, mientras que las
pernoctaciones lo harán en un 3,5%, cuando el año pasado cayeron un 6%. Claro
está que el turismo es, por tanto, el sector que debe tirar del carro para
dejar atrás las tempestades económicas.
De hecho, el índice muestra cómo los
trabajadores con contrato de la hostelería y la restauración han aumentado un
5% desde 2009, frente al descenso general de casi el 10%. Una cifra que dice
mucho de su importancia en el camino hacia la recuperación.
Su único borrón es la extrema dependencia del turismo
veraniego. En los últimos años, el sector no ha registrado mejoras en la
estacionalidad, es decir, en la concentración de la demanda de empleo en determinadas
épocas del año, entre los meses de abril y septiembre.
"Hay que mejorar
este aspecto", advirtió ayer el director del estudio, el profesor de la
Universitat Rovira i Virgili Juan Antonio Duro.
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