El glamour de Elyzabeth Taylor

Si a Hollywood y sus estrellas les envuelve un inevitable halo de glamour, en parte es gracias a sus grandes publicistas de los años 40 y 50, como Warren Cowan. 

Cofundador de la firma de relaciones públicas Rogers & Cowan, por sus manos pasaron algunas de las más rutilantes estrellas del mundo del celuiloide estadounidense. Falleció el pasado 16 de mayo a los 87 años a causa de un cáncer que le fue diagnosticado tres semanas antes.

Cuando Cowan entró en el negocio de las relaciones públicas, el mito de Holywood aún estaba en proceso de formación. 

En aquella época, no eran los medios de comunicación quienes perseguían a los actores para conseguir una entrevista, sino más bien al contrario. Sin embargo, la creatividad y el espíritu innovador de Cowan y su socio Henry Rogers hicieron que las cosas pronto empezaran a cambiar.

Nacido en Nueva York, Cowan se graduó en periodismo por la Universidad de UCLA, en Los Ángeles, un periodo en el que empezó a hacer sus pinitos como publicista en la 20th Century Fox. Después de pasar tres años en las Fuerzas Aéreas, ingresó en la firma de Henry Rogers, que se convirtió en mentor del que sería posteriormente su socio, al comprobar la astucia e intuición para el mundo del show business de su joven colaborador.

Juntos fundaron Rogers & Cowan en 1950, que se convertiría en la agencia de relaciones públicas más importante del mundo en pocos años. Entre sus clientes, contó con las principales estrellas de la época dorada de Holywood: Frank Sinatra, Natalie Wood, Cary Grant, Kirk Douglas, Paul Newman, Elyzabeth Taylor, etcétera.

«Warren Cowan ha sido el agente de relaciones públicas más grande de Holywood. No ha habido, y nunca habrá, nadie más innovador», opina Dale Olson, un alto ejecutivo que trabajó con él durante más de 17 años.

Suyos son los primeros eventos patrocinados por estrellas del cine para recaudar fondos para causas benéficas o los concursos deportivos presididos por ellas. Por ejemplo, en 1950, creó un torneo de golf con el nombre del director Frank Borzage, un apasionado de este deporte.

También fue suya la idea de las campañas para promover la victoria de uno de sus actores en la ceremonia de los Oscars. La primera que organizó fue en 1945, en favor de la interpretación de Joan Crawford en Mildred Pierce. A pesar de llevar tan sólo unos meses en el negocio, consiguió su objetivo.

Más allá de su trabajo, Cowan destacó por sus actividades filantrópicas, pues aportó su ingenio para campañas de organizaciones como Unicef y la Scott Newman Foundation.

Cowan se casó tres veces, una de ellas con la actriz Barbara Rush, y tuvo dos hijas, Claudia Cowan, periodista de la cadena Fox News, y Bonnie Fleming.

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