Dale gas tete

El monóxido de carbono (CO), principal causa, según el juez de Zaragoza, del envenenamiento de las 43 víctimas de la discoteca «Fying» de Zaragoza, es un gas incoloro e inodoro en estado puro. Tiene una densidad del 0,97, casi igual a la del aire, por lo que se difunde con gran facilidad en la atmósfera de los ambientes cerrados. El accidente es la variedad más frecuente de intoxicación oxicarbonada, según fuentes del Instituto Nacional de Toxicología. Las circunstancias en que ocurre son muy diversas y están en relación con las fuentes de desprendimiento del gas tóxico. El resultado de una combustión incompleta ocurre frecuentemente cuando los medios de calefacción caseros (estufas, braseros, chimeneas) tienen un tiro defectuoso, así como en los calentadores de baño a gas, hornillos de cocina o estufas de gas butano en los que la combustión sea defectuosa. Gran parte de las víctimas que se producen en los incendios suelen fallecer a causa de esta intoxicación.


También hay que tener en cuenta que los gases de escape de los motores de explosión contienen entre un 5 y un 15% de monóxido de carbono, por lo que también son posibles las intoxicaciones en garajes pequeños y sin ventilación. En cuanto a las dosis tóxicas, el Instituto Nacional de Toxicología señala que no puede hablarse con rigor de dosis absolutas, pues, tratándose de la inhalación de un gas que se encuentra mezclado con el aire, loe efectos tóxicos dependen de dos variables: la concentración que alcanza en el ambiente y el tiempo durante el cual se respira esta atmósfera contaminada. Henderson ha propuesto una fórmula para establecer la dosis tóxica o peligrosidad en la atmósfera. P es igual a tiempo por concentración, expresando el tiempo en horas y la concentración en partes de CO por 10.000. Cuando P es inferior a 3 no produce efectos apreciables.

Cuando se llega hasta 6 aparecen cefalea y laxitud. Un resultado 9 ya puede producir vómitos y si llega a 15 existe peligro para la vida. Cuando supera esta cifra la intoxicación es mortal. Se pueden señalar algunas concentraciones de CO en la atmósfera que siempre son peligrosas. Una atmósfera con 0,2% de CO produce efectos tóxicos. Las concentraciones superiores al 1% llegan a ser mortales. El monóxido de carbono actúa uniéndose a la hemoglobina, formándose. la carboxihemoglobina. Esto quiere decir que la hemoglobina no puede transportar el oxígeno desde los alveolos pulmonares a las células de los tejidos. El CO tiene una gran afinidad por la hemoglobina, por lo que pequeñas concentraciones de CO pueden bloquear una proporción importante de hemoglobina si el individuo respira este ambiente suficiente tiempo.

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