Los cines de Madrid jugando con fuego

Sólo el 10% de los teatros y cines de Madrid cumple la ordenanza municipal de prevención de incendios, según informó ayer a este periódico el concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Fernando Bocanegra. El departamento de Protección Civil ha inspeccionado en los últimos meses 80 salas, en las que se ha descubiero múltiples irregularidades. Aproximadamente el 90% de los cines y teátros carece del preceptivo plan de seguridad y evacuación en caso de incendio. La deficiencias más comúnes son la carencia de planes de evacuación y la decoración de las salas con materiales altamente inflamables, así como otras irregularidades relacionadas con las salidas de emergencia y el número de bocas de agua o extintores. En la «lista negra» de salas que carecían de planes de evacuación figuran cines como el Carlos III, el Alphaville, el Infantas, el Pompeya y el Renoir. Según Bocanegra, «ninguna de las irregularidades detectadas es de manifiesta peligrosidad». Aun así, el concejal se mostró preocupado por el cumplimiento de la norma y ha impuesto ya sanciones, entre otros, a los teatros de La Zarzuela y al AcaláPalace. El Ayuntamiento no dispone aún de datos globales sobre las inspecciones en 500 discotecas y salas de baile de la capital. Bocanegra aseguró que la mayoría de ellas presentan deficiencias, aunque no de carácter grave o que impliquen un alto riesgo.

El espectacular incendio de la discoteca «Flying» ha resucitado en Madrid el fantasma de Alcalá, 20, en el que murieron 82 personas. El concejal de Seguridad se reunió ayer por la mañana con un equipo de técnicos para hacer un repaso a la seguridad en los locales públicos. La mitad de las 500 discotecas de la capital están ubicadas en sótanos, y esto preocupa seriamente a los responsables municipales. «En estos locales hay una sola vía de escape: por ahí salen el humo y la gente», dijo ayer Bocanegra. El concejal afirmó ayer que la nueva ordenanza de prevención de incendios -que estará lista en primavera- pondrá especial atención en las medidas de seguridad en los sótanos y prohibirá seguramente la ubicación de los guardarropas junto a las salidas. 


Los materiales de decoración y los sistemas de aire acondicionado también habrán de pasar por normas más estrictas. El gerente de la asociación de salas de baile y discotecas de Madrid, Juan Antonio Fernández, dijo que estos locales cumplen en general las medidas de seguridad. Fernández reconoció que es muy difícil cumplir al 100% los numerosos requisitos que impone la ordenanza, «que es muy exigente». Respecto a las deficiencias señaladas por el concejal, indicó que se trata en su mayor parte de «pijaditas». Por ejemplo, en el momento de realizarse la inspección, los técnicos municipales detectan que se ha fundido uno de los pilotos de señalización, se ha caído un extintor portátil o ha sido colocada una silla en una puerta de emergencia. El gerente de la asociación de discotecas afirmó que la tragedia de Alcalá, 20, en diciembre de 1983, supuso un «aldabonazo» y todos los empresarios han realizado fuertes inversiones en incrementar los niveles de seguridad. La normativa permite la instalación de plásticos, tela, papel o madera en los locales, siempre que los propietarios presenten un certificado de ignifugación. Es decir, que los materiales hayan sido tratados con productos químicos que reduzcan su poder de combustión.

Sin embargo, según Fernández, los dueños de las discotecas optan por instalar suelos de terrazo y dejar las paredes de cemento sin ningún revestimiento. La excepción son las salas de fiestas a las que acuden personas de mediana edad y que cuentan con moquetas y otros elementos decorativos. Para los empresarios de discotecas, el mayor riesgo proviene de los discobares que han proliferado en los últimos años. La normativa actual no regula estos locales o lo hace insuficientemente. Funcionan como discotecas pero al tener licencia de bares no se les exige las mismas medidas de seguridad que a las discotecas. El siniestro ocurrido en la madrugada del domingo en la discoteca «Flying» de Zaragoza tiene varias semejanzas con la tragedia de Alcalá, 20. Una de las más significativas es que ambos locales estaban situados en sótanos. El abogado Antonio García Pablos, defensor de casi 60 familias de las víctimas de Alcalá 20, ha pedido que se revise la reglamentación para que se impida instalar discotecas en los sótanos. El gerente de la asociación de discotecas sostiene que los sótanos no son peligrosos si el sistema de ventilación y las salidas de emergencia funcionan adecuadamente. Por su parte, Damián Rodríguez, portavoz de CCOO en el cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid, aseguró que el riesgo no se erradicará mientras las salas sigan situadas en sótanos. Según Rodríguez, una vez cerrada la discoteca, una colilla mal apagada puede provocar una explosión por la concentración de gases que emanan de las bebidas alcohólicas.Sin embargo, según Fernández, los dueños de las discotecas optan por instalar suelos de terrazo y dejar las paredes de cemento sin ningún revestimiento. La excepción son las salas de fiestas a las que acuden personas de mediana edad y que cuentan con moquetas y otros elementos decorativos. 

Para los empresarios de discotecas, el mayor riesgo proviene de los discobares que han proliferado en los últimos años. La normativa actual no regula estos locales o lo hace insuficientemente. Funcionan como discotecas pero al tener licencia de bares no se les exige las mismas medidas de seguridad que a las discotecas. El siniestro ocurrido en la madrugada del domingo en la discoteca «Flying» de Zaragoza tiene varias semejanzas con la tragedia de Alcalá, 20. Una de las más significativas es que ambos locales estaban situados en sótanos. El abogado Antonio García Pablos, defensor de casi 60 familias de las víctimas de Alcalá 20, ha pedido que se revise la reglamentación para que se impida instalar discotecas en los sótanos. El gerente de la asociación de discotecas sostiene que los sótanos no son peligrosos si el sistema de ventilación y las salidas de emergencia funcionan adecuadamente. Por su parte, Damián Rodríguez, portavoz de CCOO en el cuerpo de bomberos de la Comunidad de Madrid, aseguró que el riesgo no se erradicará mientras las salas sigan situadas en sótanos. Según Rodríguez, una vez cerrada la discoteca, una colilla mal apagada puede provocar una explosión por la concentración de gases que emanan de las bebidas alcohólicas.

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